Consecuencias

Impacto en nuestra alimentación: Los microplásticos los ingerimos en alimentos como la cerveza, la miel y la sal de mesa, pero los mariscos son una de las principales fuentes. Un ejemplo de ello es que en 250 g de mejillones estamos introduciendo en nuestro organismo al menos 9 microgramos de microplásticos. Esta cantidad a priori no parece importante, pero va a tener otras consecuencias más serias que veremos a continuación. Los filetes de pescado no van a ser un problema debido a que quitamos sus vísceras, pero sí que debemos de evitar la ingesta de pescados grasos, arenques o atún y tener mucho cuidado con los mariscos enlatados ya que contienen bisfenol A y causa problemas hormonales.


Los problemas hormonales: están generados principalmente por dos tipos de sustancias:

  • Disruptores hormonales: sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal del organismo y generar una anomalía. El BPA es un estrógeno sintético débil que se encuentra en muchos productos de plástico rígido, revestimientos de latas de alimentos y fórmula, selladores dentales y del lado brillante de los recibos impresos de caja (para estabilizar la tinta). Su actividad similar a la del estrógeno lo convierte en un disruptor hormonal. Afecta al modo en que el estrógeno y otras hormonas actúan en el cuerpo ya que las bloquean o las imitan, y así rompen el equilibrio normal del cuerpo. El estrógeno puede hacer que el cáncer de mama positivo para receptores de hormonas se desarrolle y crezca; por ello, muchas mujeres eligen limitar su exposición a estos químicos que actúan como el estrógeno.
  • La disminución de las tasas de reproducción por el consumo de metales pesados y aditivos tóxicos presentes en estos que ingieren los animales marinos. Uno de los plásticos más perjudiciales es el PVC.